Las vivencias en diferentes contextos del territorio, han suscitado encuentros con sujetos activos en el conflicto armado en Colombia, estando algunas de estas vivencias marcadas por acontecimientos o prácticas violentas. Estas situaciones generaron experiencias y formas que me han permitido comprender sin prejuicios el mundo, la vida y la muerte, encontrando en la investigación – creación una posibilidad de acercamiento y equilibrio entre estas fuerzas, para no repetir prácticas violentas sino más bien, para propiciar espacios reflexivos,  críticos y creativos en diferentes comunidades, por medio de encuentros activados con símbolos y metodologías propias de las artes plásticas.

Los diferentes ecosistemas culturales donde se desarrolla el pensamiento, la creatividad y la identidad del sujeto configura el valor de lo comunitario; ahí convergen diferentes narrativas simbólicas donde podemos ver la vida sensible que se encarna en la memoria de los espacios públicos y privados, en las prácticas culturales y sociales, desde este lugar el arte hace que prevalezcan las interacciones senti-pensantes con sus códigos éticos y estéticos  como  una manera de ser y estar con los otros en los territorios.

Como artista pedagogo, me interesa relacionar saberes y formas de hacer de otros artistas que aportan diferentes perspectivas a las dinámicas sociales, culturales y comunitarias, con postura crítica y creativa desde su filosofía de vida, enmarcada en la creación y experimentación de las realidades que abordan en sus obras.  Enfocándome con mayor precisión en el arte nacional, el cual me permite tener una noción de país desde estos lenguajes simbólicos, los cuales apropio desarrollando reinvenciones creativas desde la relación arte – pedagogía – antropología,  aportando formas de hacer en el acompañamiento de los procesos educativos con la primera infancia y comunidades.